17/10/2023
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En el mundo empresarial actual, la eficiencia y la agilidad son aspectos fundamentales para el éxito de cualquier organización. En este sentido, los procesos de negocio desempeñan un papel crucial, ya que determinan cómo se ejecutan las actividades y fluyen los datos dentro de una empresa. Estos suelen ser largos, complejos y con muchas interdependencias por lo que la gestión de dichos procesos se vuelve una tarea crítica en cualquier empresa.
Dos enfoques comunes en la gestión de procesos son el orquestado centralmente, con un orquestador central como Control-M, y el orientado a eventos, como puede ser un ecosistema de micro servicios intercomunicados ya sea vía colas de mensajería o HTTP.
A continuación listaremos las ventajas de un proceso de negocio orientado a eventos sobre un proceso orquestado centralmente.
Un proceso de negocio orientado a eventos ofrece una mayor flexibilidad y agilidad en comparación con un proceso orquestado centralmente. En lugar de seguir un flujo rígido y predefinido, este tipo de enfoque permite que las acciones se desencadenen en función de eventos específicos. Esto significa que las actividades pueden adaptarse rápidamente a los cambios en el entorno empresarial y responder de manera más ágil a las nuevas necesidades del negocio.
El enfoque orientado a eventos facilita la integración de sistemas y aplicaciones dentro de una organización. Al utilizar eventos como medio de comunicación entre diferentes componentes, es más sencillo conectar y sincronizar sistemas heterogéneos, usando la tecnología más adecuada para cada paso del flujo de datos. Además, este enfoque es altamente escalable, ya que cada componente puede recibir y responder a eventos de manera independiente, permitiendo un crecimiento modular y una mayor capacidad de adaptación a medida que la organización evoluciona, pudiendo escalar horizontalmente los componentes sin esfuerzo para tratar mayor cantidad de datos, siguiendo el crecimiento de la organización.
Un proceso orientado a eventos promueve la reutilización de componentes y servicios. Los eventos actúan como mensajes que se propagan a través de la arquitectura empresarial, lo que permite que varios componentes escuchen y respondan a ellos. Esto significa que un mismo componente puede ser utilizado por múltiples procesos de negocio, lo que aumenta la eficiencia y reduce la duplicación de esfuerzos en el desarrollo y mantenimiento de sistemas, así como también se reducen los posibles fallos, dado que los componentes hacen una única cosa y la hacen de la forma óptima.
La arquitectura orientada a eventos permite un mayor grado de desacoplamiento entre los componentes del sistema. Cada componente puede funcionar de manera autónoma y solo necesita conocer los eventos relevantes para su funcionalidad. Esto mejora la modularidad y facilita la evolución independiente de los diferentes elementos del sistema, pudiendo sustituir dichos elementos de forma transparente para el resto de actores del proceso. Así conseguimos reducir el impacto de los cambios y favorecer una mayor estabilidad y flexibilidad global.
Un proceso de negocio orientado a eventos proporciona una mayor tolerancia a fallos y una mejor capacidad de recuperación. Debido a su naturaleza asíncrona, si un componente no está disponible o falla en un momento dado, los eventos pueden ser almacenados y procesados más tarde sin interrumpir el flujo general del proceso. Además permite tener una arquitectura de alta disponibilidad, con múltiples instancias de procesadores de eventos que toman los eventos de los procesadores de eventos caídos. Esto garantiza que los procesos de negocio continúen incluso en situaciones de fallos parciales, mejorando la solidez y la continuidad del negocio.
Como conclusión, en un entorno empresarial cada vez más dinámico y competitivo, los procesos de negocio orientados a eventos ofrecen importantes ventajas sobre los enfoques orquestados centralmente. Las ventajas listadas anteriormente los convierten en la opción preferida para muchas organizaciones en busca de una mayor eficiencia, fiabilidad y agilidad en los cambios de procesos.
Luis Alexis Leiva
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